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El Ariguanabo

Yo no tengo nada

Adaptación:   Arián Ramos Gutiérrez

                      e-mail: arianrg@uci.cu

 Aprender a vivir, es una compleja tarea que toma toda la vida y no siempre se logra el resultado deseado;  expresa el doctor,  Sergio Pérez Barrero, en su libro “Psicoterapia para aprender a vivir”.

 El Ariguanabo, extrae de este volumen, distintas contingencias que conspiran contra el propósito de lograr una mejor vida,  y ante las cuales están los consejos del facultativo.

 Usted aprenderá aquí a reconocer dónde están sus dificultades, y a superarlas sanamente, sin entrar en conflictos. Hoy hemos seleccionado el caso… “Yo no tengo nada”.

 Ésta es una de las expresiones más importantes que puede oír un psiquiatra en su práctica profesional. Cuando se escucha por primera vez: “Yo no tengo nada”, se percibe una sensación extraña de incomprensión y discreto temor.

 Según Sergio Pérez Barrero, después de años de experiencia, reconoce en la expresión un elemento más,  para el diagnóstico de una enfermedad psiquiátrica grave. Y siempre que el psiquiatra se enfrenta a enfermos mentales graves, experimenta una sensación similar.

 Cuando una persona refiere que no tiene nada, pudiera ser que, efectivamente, no presente o le aqueje malestar alguno. Por lo general esta respuesta se obtiene al realizar un examen médico masivo y como parte de él, el facultativo pregunta si padece o ha padecido enfermedades o tiene determinados síntomas.

 En otras ocasiones, es la respuesta rebelde u obstruccionista de quien, aunque no padece una enfermedad mental grave, ha tenido algunas conductas interpretadas por los familiares como no habituales. Casi siempre responden así los adolescentes, al asumir posiciones en contra de los familiares que los han obligado a asistir a la consulta del psiquiatra y de esa manera exponen su desacuerdo. 

 En estos casos, una relación empática, no agresiva, respetuosa con el adolescente, puede romper la barrera en la comunicación y lograr que se manifieste abiertamente y permita ser ayudado.

 Sin embargo, como apuntábamos en el primer párrafo, puede ser pronunciada por sujetos con grave compromiso de su salud mental, de tal magnitud, que les impide conservar su sentido crítico y no se dan cuenta de lo que les está ocurriendo.

 Pero lo curioso, según apunta el doctor Sergio Pérez Barrero,  es que este tipo de enfermo dice que no tiene nada,  porque para él sus alteraciones, por muy anormales que parezcan, son expresión de sus realidades.

 Este pacienzudo,  aunque piense que lo quieren envenenar, que lo persiguen, que existe un complot para matarlo, que lo están dirigiendo por control remoto y que le controlan sus efectos, sus pensamientos y su conducta por telepatía, todo esto no se debe a enfermedad mental alguna. Simplemente lo quieren matar, lo persiguen y lo están controlando.

 Los familiares tienen la costumbre de “seguirle la corriente”, lo cual es un error pues lo sumerge más aún en su mundo caótico. Si bien no es juicioso tratar de corregir lo absurdo de sus pensamientos mediante el razonamiento lógico, el expresar desacuerdo con lo que él manifiesta en forma firme pero respetuosa, es la conducta adecuada para estos casos.

 Señala Pérez Barrero, en su libro “Psicoterapia para aprender a vivir” que también se ha escuchado… “Yo no tengo nada”, en individuos que a pesar de no sentirse emocionalmente bien, consideran que al decir sus malestares a otros, están dando muestras de poca masculinidad, de imperfección, de vulnerabilidad.

 Otras veces, se trata de sujetos a los que el miedo al psiquiatra, o su rechazo a este tipo de profesionales, les inhiben la capacidad de expresar sus síntomas. Si en alguna oportunidad usted lo oye de alguno de sus familiares, amigos o vecinos, tenga en cuenta estas posibilidades y de seguro podrá brindarles una ayuda oportuna.

 Luego de estas reflexiones de la “Psicología Al Día”,  está abierto el debate. El Ariguanabo,  lo convoca a opinar sobre el tema, o simplemente, a expresar sus vivencias. Haga clic en el punto rojo, ubicado en la parte superior derecha de esta sección, y deje su comentario.

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